A Juan Ayuso lo han subido a la cúspide del ciclismo de un modo que la industria lo controla todo. Mal asunto.
Mal asunto. Algún panfleto lo cataloga como la "máquina perfecta" que rompe moldes, pero hasta ahora el único que se ha roto ha sido él.
Dicen que sabe de biomecánica, fisiología, glucógeno, pero yo no conozco ningún ciclista de alto nivel que no tenga conocimientos de estas materias.
Los entrenadores del nuevo ídolo hijo de economistas, dicen que es asesorado por un nutricionista y un psicólogo, destacando la disciplina férrea de Juan Ayuso.
A mí lo férreo, hace referencia a militar, a sargento puro y duro ignorante de los fraccionamientos de los intervalos de esfuerzo+recuperación.
Ayuso cuenta a un periodista que lloró porque no podía subirse a la bici y nadie le daba respuestas.
Para cualquier atleta siempre es muy duro mentalmente no poder practicar su deporte favorito.
Nadie duda que Juan Ayuso es una joya del ciclismo español, pero la falta de un modelo y la excesiva ambición de quienes le rodean, lo llevarán a la bancarrota si nadie lo remedia.
Solamente con ver cómo relata su angustia por una lesión en la pierna derecha que le apartó durante cuatro meses, se sabe que a este chaval lo han estado llevando al límite de romperse más veces.
Espero que en su nuevo equipo lo moldeen. Pero me da la impresión de que si Juan Ayuso no encuentra lo que quiere su entorno, pronto querrá cambiar de equipo por enésima vez.
¿Quién cuida de Juan Ayuso?.
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