Pasados los 45 kilómetros para la meta, la diferencia a disminuyó de la misma forma que ha disminuyó para los grupos perseguidores de Alaphilippe. Al bueno de Julián le iba a pasar factura si no ganaba una etapa en el Giro.
A falta de 24 kilómetros, la diferencia de Alaphilippe y Mirco de sus inmediatos perseguidores descendió a 1'13 minutos con el pelotón a poco más de 5 minutos.
Como bien digo, el francés tenía muy crudo ganar una etapa y a poco que faltaran menos de 10 kilómetros, la marabunta se le echaría encima.
Lo bueno quizás es que sus continuas escapadas le sirvan de entrenamiento para el Tour, contando que la víspera se celebrarán los JJOO de París.
A falta de 11 kilómetros para la meta, el durísimo último repecho del Monte Giove, kilómetro 175 de esta etapa entre Martinsicuro y Fano, provocó la escapada de Alaphilippe, con un Maestri incapaz de subir la dura cuesta de doble filo.
La bajada del francés fue estratosférica. Se aventuró en solitario a recorrer esos 10,7 kilómetros yendo a sólo 38" segundos por delante de sus inmediatos perseguidores.
Pero hoy era el gran día para el bueno de Julián Alaphilippe. Fue capaz de imprimir la velocidad y la distancia inalterable para ganar la etapa que necesitaba, dando una lección de ciclismo, demostrando que en su terreno no le gana nadie como uno de los más grandes ciclistas del mundo.
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