No recuerdo haber visto alguna vez una Milán - San Remo. Al menos no de estas características entre dos adversarios, por no decir tres adversarios, de tan alto nivel como Tadej Pogacar, Mathiu Van der Poel y Filipo Ganna, jugándose codo con codo en apenas cinco metros una carrera ciclista de 289 kilómetros.
No entiendo por qué en España no se hacen carreras de este tipo, donde poco tienen que ver las estrategias de equipo de la amanerada Vuelta Ciclista a España o las versiones minis de Euskadi, Volta y Vuelta a Andalucía, competiciones hechas para amanerados, con muchas trampas de cartón piedra que no deja ver el ciclismo ni los talentos.
En Andalucía estaría de cojones una carrera entre Málaga - Granada - Almería, o una carrera de verdad por la costa Málaga - Motril - Almería, subiendo y bajando por las antiguas carreteras franquistas. A muchos ciclistas de pacotilla les iba a doler bien dolido este tipo de carreras ciclistas, sin tregua, sin trampa ni cartón.
Entre los diez primeros de la clasificación general, no se ha salvado ni un solo corredor español, no se les ha visto ni la baba ni los mocos, a ninguno de ellos. Fue ponerse los italianos a tirar desde los primeros kilómetros de carrera y no saltar ni un solo ciclista español.
Después salen en los medios vendiéndose, además de los muchos expertos en ciclismo que asesoran a posibles talentos diciéndoles que entrenen por vatios, cuando yo digo que entrenen por cadencia. ¿Cuántas vueltas eres capaz de dar al plato de tu bicicleta?.
Cuantas más vueltas seas capaz de dar al plato de tu bicicleta en una cuesta, más vatios vas a generar. Y cuanto más empinada es la cuesta y más vueltas eres capaz de dar, más fuerte vas a estar y más vatios vas a generar.
¡No me hagáis caso!. ¡Haced lo que os dé la gana!. Pero ya sabéis que Pogacar, Van der Poel y Ganna, han dado tantas vueltas a los pedales, que ningún españolito socarrón y fanfarrón que no ha sido ni de cerca, capaz de seguir los ritmos de estos combatientes que han cruzado la meta de la Mián - San Remo 2025.
¡Es que ni siquiera se les ha visto el pelo!. Hasta el mismo Tadej Pogacar ha quedado muy quemado, sin ser capaz de hacer rivalidad con Van der Poel ni Ganna, al que habían sacado en la última cuesta 24 segundos.
A ver si las autoridades deportivas dejan de hacer el pingüino y hacen una carrera entre Málaga y Almería, subiendo por todos los pueblos a lo largo de los acantilados.
¡Me cago en to lo que se menea!.
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